La historia oficial, aquella que entendemos como seria, la historia con mayúsculas se nutre de los actos que, recogidos en importantes instituciones completan kilómetros de estanterías que custodian la memoria de los hechos relevantes y dignos de recordar derivados de las actividades de personajes ilustres, autoridades, instituciones u organizaciones tenidas como importantes por todos. En paralelo, los acontecimientos más pequeños, personales en algunos casos, la vida de colectivos muchas veces de vida efímera, las iniciativas individuales, los recuerdos, difusos en ocasiones, que articulan la sociedad civil, languidecen en lugares anónimos, a veces ni siquiera plasmados en un soporte físico, son memoria pero, en muchos casos, aún siguen residiendo en ella. De estos retazos de los cercano, de lo personal, construido por quienes a pesar de no tener el poder de decisión han sido capaces de ser dueños de la parte de libertad que les quedaba o al menos de buscarla muchas veces en condiciones muy difíciles va el Archivo “Desmemoriados”.