La saquería
Durante la segunda mitad del siglo XIX se producía un trasiego constante de mercancías a través del puerto de Santander con destino a América. Se enviaba principalmente harina elaborada con el trigo de Castilla y se importaban azúcar y cacao producido en Las Antillas: todos ellos, productos que se enviaban en sacos. Al principio la demanda era cubierta con la producción de pequeños talleres o importada, pero pronto aparecieron proyectos industriales de mayor envergadura para hacer frente a la demanda.
Originalmente estos sacos estaban hechos con materias de origen local como de esparto o cáñamo (de origen local) pero pronto fueron sustituidas por el yute, importado en grandes cantidades de los países asiáticos. Un material mucho más barato y que producía sacos más ligeros, resistentes y duraderos.